No era mi intención
De verdad que no era mi intención hacer un resumen del año, pero aquí va
Empiezo a escribir esto un 28 de diciembre por la mañana, después de haber desayunado un vaso de leche con cacao y miel —ahora resulta que me he aficionado al cacao puro— y una magdalena con pepitas de chocolate.
Estoy en una postura terrible frente al ordenador porque tengo el escritorio lleno de cosas y no hay casi espacio libre. Me acompañan los libros de italiano que dejé aposta en medio para no poder obviarlos y así obligarme a pasar apuntes a limpio (no ha pasado), unas pinturas acuarelables que tengo muchas ganas de probar, restos de lanas aún sin recoger, la agenda de este año ya a punto de ser cerrada definitivamente, un par de postales esperando a ser guardadas en la caja de las recibidas de amigos, un paquete todavía sin cerrar para enviar por vinted —el libro de la tiranía de las moscas, que pese a intentarlo con todas mis fuerzas no pude terminar—, una botella de agua casi vacía, tickets de regalos, una vela de mango casi agotada, unas carpetas llenas de las cianotipias que hice la semana pasada que aún no he ordenado y un montón de botes llenos de lápices, rotus, pinturas y bolis.
Ayer por la noche en la cama me había propuesto para esta mañana escribirle una carta a Carla felicitándole el año nuevo, escribir también una postal que prometí que enviaría, envolver el regalo de cumple de Diana y recoger un poco todo este desorden. De momento, no he hecho nada. Mientras desayunaba he leído lo último de
en y me ha hecho darme cuenta de que yo tampoco tengo nada que decir1 pero que me da igual porque quiero escribir. ¿Y sobre qué? Pues sobre lo único que veo que todo el mundo escribe estos días y que me dije que no iba a escribir, pero aquí va.Empecé el año con una escapada a San Sebastián con Sara y aunque acabamos muertas de tanto andar, fue un viaje muy guay. Surgió de que eran mis únicos días de vacaciones del año —aún no sabía que se me acabaría el contrato en mayo y que ahí tendría un mes en el limbo sin trabajar, que aprovecharía para viajar con mi hermana— y de que no quería estar en Logroño porque era la primera vez en unos cuantos años que no iba a nada del Actual y preveía un FOMO horrible. Comimos unos gofres riquísimos, subimos a todos los sitios altos posibles y vimos las luces.
Uno de mis propósitos para este año era hacer un álbum de fotos en papel (❌). Solo he hecho la primera página y justo son dos fotos de ese viaje. El resto de fotos las tengo impresas, esperando su momento.
Es raro, todos los años siento que no me han pasado grandes cosas, pero luego gracias a fotos y vídeos me doy cuenta de que sí y que la mayoría (🤞🏻🤞🏻) suelen ser buenas y bonitas.


Otro de mis propósitos era hacer un viaje con mi hermana (✅). Nos fuimos cinco días a Barcelona —gracias infinitas Julia por prestarnos tu casa— y lo pasamos requetebién. Nos sirvió para conectar a un nivel al que no habíamos llegado nunca porque nunca antes habíamos hecho un viaje solas juntas.



La verdad es que viendo la galería de mi móvil estoy dándome cuenta de que he hecho muchas cosas increíbles este año. Fui por primera vez a visitar a
y a Francia. Aunque estaba saliendo de una gastroenteritis, son tan buenos amigos que me sentí en casa todo el rato. En casa pero rodeada de paisajes increíbles y con ellos al lado, que es mucho mejor.Unos días después fui con Sara y Paula a Turín, pese al calor y las picaduras de mosquito —más de veinte cada una en un mismo día solo en la piernas—. Es precioso ser consciente de que hay personas con las que encajas y te lo pasas pipa. Este año también he estado en Cádiz de viaje familiar, donde me hinché a atún y me reconcilié un poco con las playas y su arena. Desvirtualicé a Antonella por fin y me re-enamoré de Roma con ella. El festival en Ezcaray, las fiestas de Cabezón, las escapadas a pueblos de alrededor de descubrimiento, Bilbao y el reencuentro de los de la uni, Zaragoza y su calor espantoso en agosto, Bayona y el empacho a comida rica y chocolate, visitar a Pau y pasear por Medina de Pomar, quedar con Julia y Diego, Estefi, Diana. Adaptarme al nuevo trabajo. Ir al cine sola muchas veces. Descubrir libros que me han encantado. Conciertos, hacer regalos, escribir postales a mis amigas.
He hecho un montón de cosas y voy a seguir repitiéndolo a ver si de verdad me entra en la cabeza de una vez. Tiendo a pensar que como no ha habido un gran cambio en mi vida —sea lo que sea eso— no ha sido un gran año, pero no es verdad.









He conseguido dedicar tiempo a las cosas que de verdad me gustan y me sientan bien y estoy aprendiendo a decir que no a cosas que no quiero, por el motivo que sea. Puede parecer ridículo, pero es algo muy difícil para alguien como yo que siempre dice que sí a todo por contentar a los demás.
He retomado amistades pero también he acabado con otras, he tenido sustos de salud, mucho estrés y ansiedad en algunos momentos y días muy tristes y sin ganas de nada. Tampoco todo va bien y es bonito todo el rato.
Me queda celebrar mi cumple el lunes, pasarme todas las fotos y vídeos de 2024 al ordenador, escribir esa postal y esa carta que tengo pendientes y ordenar un poco mi escritorio para poder ponerme con los apuntes de italiano. Pero sobre todo, me queda sentirme agradecida por este buen año. Y dejar que el próximo venga con lo que tenga que venir.
❤️🩹 Para 2025 solo pido una cosa y es saber cuidarme a mí y cuidar a las personas que quiero.
Aunque Carlota piense que no, estoy segura de que sí que tiene mucho que decir.
💘 cómo eres tan ideal? pregunto
Qué feliz me ha hecho recibir esto, poder leerlo, poder recordar todas estas cosas que ya sabía de ti porque hemos vivido escribiéndonos 363 días del año este 2024 y encima verme en tus fotos y haber podido tenerte en casa 🏡 Te quiero, te quiero, te quiero 🧡🌟